Casi trescientos Indignados contaron algunos compañeros, y como siempre, el éxito o fracaso de estos actos se mide por el número de manifestantes, que según la prensa oscila entre los cien y los quinientos. Difícil decir cuántos éramos, encajonados en una calle aledaña al Museo de no más de cuatro metros de anchura y flanqueados por media docena de policías (cuando menos), la mitad de ellos sin número de placa que los identificara como individuales. Más nos habría valido medir el nivel de ruido y contar el éxito en decibelios, porque ruido hicimos. Y bien hecho.
A más de cien metros, la entrada al Museo. Pasaban los asistentes al acto, que demostraron su clase y educación (léase con ironía, por supuesto) haciéndonos fotos, tirándonos besos o mostrándonos sus crucifijos. ¿No se les cae la cara de vergüenza? Para eso hay que tenerla.
Pero no nos dejemos provocar por políticos de segunda. Los grandes señores llegaron directamente a la puerta del Museo, lejos de miradas no deseadas (aunque no de voces indignadas), en sus grandes cochazos de cristales tintados, y bien escoltados por un séquito de periodistas, flashes y aduladores. Ya se encargaron de que no les molestásemos, aunque dudo que lo consiguieran.
¿Cómo mido yo el éxito de la actuación? Primero, en la reacción del ciudadano. Calles cortadas, control policial, turistas desconcertados, vecinos sitiados y comerciantes y hosteleros parados. En las inmediaciones del Museo no estaba permitido hacer otra cosa que no fuese lucir modelito y posar ante las cámaras. Ya desde el primer momento demuestra este nuevo gobierno por quién mira. Por ellos mismos, como todos. Segundo, y como reflexión personal añado, que hasta hace no mucho tiempo las vallas estaban mucho más cerca de los señores políticos, y tras ellas los coreaban, aplaudían y alababan, mendigando un apretón de manos o un beso a un niño, como si de súper estrellas se tratase. Hoy nos mantienen alejados de ellos, se protegen de nuestra rabia e indignación, y lo que escuchan de fondo son críticas e insultos. Sus entradas ya no son tan triunfales, y su éxito, que no es tal, se ve empañado por el descontento de la mayoría. Cada día más indignados. Cada día más Indignados.
Para terminar, os dejo un enlace a la versión de los hechos de Extremadura al Día. Enhorabuena a Ana Sánchez por un artículo veraz, imparcial y sincero. Gracias por ser una agradable excepción.
Nos vemos el próximo viernes 15 de Julio en la Asamblea. A las 20.45h en el Centro Cívico.
Creo que puedo cambiarlo.
Creo que puedo ayudar.
Sé que unidos podemos.
Democracia Real Ya! Almendralejo está en marcha.
Sal con nosotros. Es tu derecho.